My Life Without me

¿Qué harías si solo te quedaran 3 meses de vida y no se lo dijeras a nadie?

Con esta premisa, una de las mejores películas avalada por crítica y público comenzó su aventura en 2002. Una poco conocida Isabel Coixet, iba un día por una calle y encontró en una librería un libro "Pretending the bed is a raft", un conjunto de historias cortas, donde se encontraba la historia de la joven Ann, una mujer sin aspiraciones, limpiando por las noches en la universidad a la que nunca iría para estudiar, una mujer casada con dos hijas que viven en un remolque en el patio trasero de su madre.

La tragedia se le avecina con la noticia de su próxima muerte, pero ella toma la opción de callarlo y empezar a disfrutar la vida que se le ha negado tantas veces, empezando por su lista de "Things to do before I die".

Así da comienzo a un nuevo punto de vista, ir a la peluquería, sincerarse con madre, incluso el trabajo de encontrar una nueva madre para sus hijas.

La historia es tratada desde un punto de vista casi poético, melancólico. Coixet traza una historia entre la vida y la muerte en una mujer que nunca tuvo una oportunidad.

Las personajes de la peluquera psicodélica y algo atontada interpretada por Maria De Medeiros, o la madre de Ann caracterizada por la cantante de Blondie, Deborah Harry, totalmente enternecedora.


No puedo olvidar a Mark Ruffalo, entrando en la vida de Ann, en la ya famosa escena de la lavandería.
La música instrumental de Alfonso de Vilallonga, que llega hasta los huesos, y con la colaboración del grupo Chop Suey y Alpha con Gino Paoli y Amara Portuondo.

Como aprender de esta película: haz tu lista de cosas antes de morir y cúmplelas antes de que algún día te llegue la noticia de tu muerte, entonces habrás tenido Una vida que cuenta Contigo.

Aquí dejo un pequeño monologo de la protagonista Ann en el comienzo de la pelicula:

Esta eres tú. Con los ojos cerrados, bajo la lluvia.
Nunca pensaste que estarías así, nunca te viste, como lo
dirías... como..., como esas personas que disfrutan
mirando la luna, que se pasan horas mirando las olas o
los atardeceres o, o el viento en los sauces, supongo que
sabes de que clase de personas hablo, a lo mejor no. Pero
resulta que te gusta estar así, pelándote de frío, notando
como el agua traspasa tu chaqueta, te llega a la piel.
Y el olor. Y el tacto de la tierra que se ablanda. Y el sonido
del agua chocando contra las hojas. Todas las cosas de las
que hablan los libros que no has leído.
Esta eres tú, quien iba a pensarlo. Tú.